Como de costumbre, el gobierno del Reino Unido está tratando a la industria musical como una mierda. Esta aporta 5 mil millones de libras a la economía del país, genera innumerables ganancias para el Sistema Nacional de Salud y otros servicios públicos… A parte de todo esto, la cultura es extremadamente importante, joder. Parece que se les haya olvidado de qué va la vida. Se vive mejor en un mundo lleno de farmacias o supermercados. El productor británico residente en Los Angeles ha expresado su malestar por esta decisión en sus redes sociales.